Es una expresión que llevo escuchando desde hace poco tiempo, igual que lo de "no es ni medio normal" y que me sorprende un huevo. Pues bien, Francisco Álvarez Cascos ha utilizado esta expresión, no de palabra, sino de hecho, para rechazar el infame pacto de soberbia ofrecido por los populares. Fue el PP el que pactó no hace mucho con el Psoe la composición de la mesa de la junta, alcanzando la presidencia en la persona de Fernando Goñi, diciendo aquello de que era bueno que el partido que gobernara no ostentase la presidencia de la junta. Cascos se la ha devuelto de manera inteligente. Ha dicho que el pacto con el PP no puede ser por la misma razón por la que los populares no querían que Foro tuviera la presidencia de la cámara. Si el PP está en el gobierno, es contradictorio que también tenga la presidencia de la cámara.
Respuesta lógica la de Cascos que incide de todas formas en alcanzar un acuerdo con el PP pero sola y exclusivamente sobre la base programática. Acuerdos de legislatura en temas de relevancia como infraestructuras, economía, empleo, educación y sanidad, de manera similar a lo que hace el PP en Euskadi o Aragón.
Después de la sobredosis de soberbia que arrastra Espinosa y compañia, no rebajada con la debacle electoral del 22m, ni depurada siquiera con alguna dimisión, no sería de extrañar que el siguiente capítulo de los populares, tras el rechazo de Cascos al pacto, sea la abstención en caso de que el Psoe presente candidato.
La "entente" todo lo puede. Y si no que se lo digan al Psoe de Oviedo.
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