lunes, 4 de julio de 2011

De compras y en rebajas

Ir de compras con una muyer es todo un ejercicio de resistencia de los pies, juego de caderas, hacia atrás y hacia delante, agudeza visual de etiquetas, de tallas, de terminología técnica incomprensible sobre si la cintura del pantalón tiene "ofserr"(palabro que no sé cojones significa) o algo así, que si es escote esta "arremetido" de una manera o de otra. La rebajas sacan lo peor de cada mujer. Independientemente de que vayas con tu madre, con tu mujer y tu suegra, al entrar en una tienda de ropa femenina, el hombre estorba. Desde el primer instante notas miradas de rechazo, acompañadas de una desubicación absoluta. Intento siempre colocarme en los sitios donde no estorbo, ante la avalancha de viejas de que te apartan de un caderazo de la linea de visualización de un vestido o un corpiño de temporada. Pero aún así, te buscan. Esta mañana en una tienda de esas me coloqué justo en la esquina del establecimiento, totalmente alejado de estanterias ni de cualquier artículo de deseo. No quería estorbar porque sé de que son capaces la viejas si les estorbas. Me situe al lado de una cartel que ponía "hay tallas grandes", y aunque mi intención no era el de srvir de ejemplo del propio cartel, la verdad es que llegué a pensar que alguna podría confundirme con una especie de modelo de tallaje gordo. El caso es que pensaba yo que iba a tener un momento imperceptible y relajado de stress en estos casos. Pero no. Hacia allí, hacia mi posición, se dirigió una señora con muy mala hostia, que parecía la madre de Tamara seisdedos para, como no, apartarme con el brazo de la puta esquina, como buscando algo que mi cuerpo tapaba. El último reducto en rebajas. Como la señora no tenía buen gesto, despues de no encontrar nada me miró desafiante y me dijo "creí que había algo señor"...

Evidentemente algo había, que era yo. Y entre el nulo respeto hacia lo que es algo diferenciado de la nada, y ese tratamiento de "señor" que tanto me repatea los cojones viniendo de una paisana de 70 años, pues ya me amargó la estancia.

Los pies reventados, un codazo, un caderazo y un "señor". Consecuencia de ir de rebajas con una mujer.

5 comentarios:

  1. Y la parte buena qué...recuerda que las dependientas estan casi todas exageradas...y las tias probandose ropita y saliendo del probador para que las vea su amiguita...mamma mia...

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  2. mandarinamecánica4 de julio de 2011, 23:31

    Pues igual son buenas las rebajas para ligar entre tanto mujerio.

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  3. Yo pienso que si,y si vas de afeminado mucho mejor a la hora del sobe...

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  4. yo creo que eso si que tiene un merito de la hostia. Ligar en un centro comercial, en el super mientras pesas los tomates, es para que te den un honoris de esos

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  5. Hastalamingadesanfermin6 de julio de 2011, 19:32

    Totalmente de acuerdo,si haces eso eres un artista.

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