Un megalómano pasado

Jean Michel Jarre ha sido y será un referente musical personal. Ha sido uno de los más grandes músicos, pineros en la evolución de los sintetizadores( el JD 800 de Roland fue perfeccionado con sus consejos) y todo un espectáculo al aire libre.

Pero tengo que reconocer, y sin haber visto el concierto de ayer en Mónaco, que sus conciertos y sus sonidos tradicionales aburren. Por mucho artificio, laser y demás historias que le meta sus sonidos están ya tan repasados en la historia musical del artista y en el montón de megaconciertos que lleva a sus espaldas que es dificil motivarse con un espectáculo suyo. Si tuviera a bien dedicarse a componer cosas nuevas, la expectación volvería a rodearle. Pero no está en esas.

Una retirada a tiempo, a veces es un lugar seguro para la historia y la leyenda. De Jarre han mamado muchos artistas electrónicos actuales y por eso, es hora dejar actuar a los nuevos, con nuevos ritmos pero sin perder la esencia, y en el caso de Jarre, dedicarse a sopitas y buen vino.

Muchas gracias por todo, pero deja el oxygene tranquilo.