Algunos economistas empiezan a plantearse ya esa duda y un servidor pues también.
Salirse del euro y de una política común economica es evidente que al principio sería otro desastre más que añadir a nuestros números... pero ¿y a la larga?
Actualmente las políticas de austeridad extrema y subida de impuestos que se están imponiendo a España o a Italia, y anteriormente a Grecia o Portugal se están mostrando fracasadas desde el puntod e vista de facilitar la recuperación de las economías de esos paises. Lejos de recuperarse se están metiendo en un pozo sin salida posible. Si España e Italia siguen en esa línea, el proyecto europeo dificilmente tendrá una salida.
Los estados del sur nos hemos convertido en una especie de criados, de juguetes, de pelotas de ping pong, de las economías de norte de Europa. Intervenidos, manejados y exterminados para mantener el equilibrio económico y desarrollo que tan bien les va a los alemanes. Los alemanes están siendo más proteccionistas de lo suyo que consecuentes con el desarrollo y futuro de las economias intervenidas.
En ese punto, ¿¿hasta donde es rentable ahogar nuestra economía y abocar la misma a una quiebra absoluta con tal de mantenernos en un proyecto europeo cada vez más extremista??
Volver a colocarnos fuera de la Unión europea es una idea que no se le pasa por la cabeza a los poderes generales, pero sí a algunos analistas economicos. Pero seguramente los exportadores de aceite, de frutas y de leche lo agredecerían, pues sus productos están penalizados por la Unión Europea desde el mismo momento en que Francia impuso sus condiciones en favor de sus propios productos. Es decir, estos sectores seguramente tendrían una libertad para ser más competitivos de lo que son actualmente.
De otro lado se dice que España afrontaría una visión negativa de un ajuste del PIB, del comercio, de su deuda externa y de la balanza entre exportaciones e importaciones realmente peligrosa al principio. Pero sin embargo se está dejando caer que con mayores perspectivas de crecimiento, si se supera ese ciclo, volveremos a tomar medidas de reactivación economica sin trabas. Algo necesario.Y es que hay que empezar a considerar una cosa fundamental, y es que el euro hasta la fecha, solo ha beneficiado a los países ricos. Salirnos del euro provocaría una devaluación de nuestra moneda, que sería aprovechable para las exportaciones, pero que en un principio nos haría más débiles. Pero a la larga, y midiéndolo bajo el actual marco de imposiciones europeas, nos haría más competitivos.
Suecia, Reino Unido y Dinamarca, por ejemplo, se mantienen fuera de las restricciones de adoptar la moneda única, lo que les ha servido para seguir siendo más competitivos. Su independencia capital de las decisiones de la Unión Europea no parece que les hayan hundido. Lejos de eso, son economias competitivas.
Por tanto algo falla. Falla el querer aplicar a motores economicos diferentes las mismas soluciones de contención. Alemania y España no se parecen en nada, pero sin embargo Alemania y España tiene que adoptar unas similares condiciones de crecimiento y ajustes que al final salvan a una y destrozan a la otra.
Estos dias hemos tenido la noticia de que Finlandia plantea la posiblidad también de salirse del euro. Cosa que acabaría por desapuntalar el fragil convencimiento de que esta Europa, la Unión Europea de la extrema austeridad y control, es inviable no solo para los pobres, sino también para los ricos.
Las actuales recetas nos están hundiendo a nosostros, y salvando a los otros. Es hora de pararse y pensar si estamos en el camino adecuado o hay otros posibles. Si España e Italia abandonan el euro, los alemanes y finlandeses se echarian a temblar, pues los enormes intereses de nuestra deduda, les hacen a ellos impulsar su desarrollo. ¿¿Donde está por tanto, o que es lo que queda de la Europa solidaria??... basicamente nada.
Dice el Bundesbank que recomienda a España que pida un rescate total,. Y eso nos nos beneficia a nosotros, más bien les beneficia a ellos. De nuestra sangre, depende la suya. Ya está bien.
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