jueves, 5 de julio de 2012

Mario Casas

No dudo ni de que esté bueno ni de que sea un cachas ni de que sea un ídolo para las quinceañeras en plena fertilidad. Nada me importa su físico. Lo que sí digo es que es un pésimo actor al que le urge un doblaje que otorgue un poco de seriedad a cada subproducto en el que aparezca.

Es el Jorge Sanz de la segunda década milenaria, pero con una voz más estúpida. Aunque siendo justo y siguiendo con la comparativa, al menos sus intentos por gesticular como actor superan al del lamentable y penoso Jorge Sanz. Eso sí, su voz, ridícula. Y eso será un problema cuando dejé de ser un ídolo de adolescentes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario