La dimisión de Rajoy se hace obligación

La situación es tan crítica que vivimos del día a día. Con una previsión de estabilidad económica no mayor de una semana. El Estado está en quiebra, y algunas CCAA piden ayuda. Una de ellas es Cataluña, que nos desvela un montante de su deuda de más de 42.000 millones de euros. Sin embargo, la ayuda la pide no para rebajar ninguno de sus caprichos nacionalistas. Se mantiene pues los ocho canales autonómicos, las embajadas en medio mundo y todo un derroche de dinero.

Este país necesita un actuación seria de un gobierno serio. Rajoy no parece tener ni las ideas ni la capacidad adecuada para hacerlo. Ante esta perspectiva sería bueno exigirle la dimisión inmediata o al menos que delegue en alguna otra eprsona capaz de meter mano donde hay que meterla. terminar con el despilfarro autonómico y público se hace no recomendación, sino obligación. Es insostenible seguir así y por eso se necesita de un rpesidente valiente capaz de coger el toro por los cuernos. Seguir ahogandonos a los de siempre ya no es solución.

Rajoy siempre ha sido un cobarde. Eso ya lo sabíamos. Sabíamos también que es un tipo desconfiado, huídizo y rencoroso. Si no es capaz de eliminar privilegios políticos ante la gravedad de la situación, es que no es capaz de gobernar. Necesitamos un cambio de dirigente ya. No hay tiempo que perder porque las pensiones, las nóminas, y millones de puestos de trabajos depende de las acciones de un dirigente y acólitos. Si no estamos bien representados, no hay tiempo para contemplaciones.

Si presenta su dimisión, se lo agradeceremos.