jueves, 28 de junio de 2012
Repetición de errores
España llega a su tercera final consecutiva un poco de milagro y con algún rastro(tampoco demasiados) de aquella otra selección que encandiló en fases clasificatorias con enorme superioridad y en las pasadas Eurocopa y Mundial del 2008 y 2010.
Logicamente los rivales también juegan, pero esta España de Del Bosque tiende a repetir los mismos errores que posteriormente se rectifican y es precisamente cuando la selección experimenta una mejoría.
También es verdad que esta selección parece cansada, un poco apagada la ilusión por tantos reconocimientos y que su llegada a la gran final de la Eurocopa, tras pasarlo regular en el partido contra Croacia, donde Casillas nos clasificó evitando con una parada la reincidencia en el error de planteamientos y que evitaron haber finiquitado a Croacia con anterioridad.
Contra la selección francesa España realizó una buen primera parte, para pasar en la segunda a rentabilizar un resultado con ese juego indolente de posesión, de marear la pelota de un lado a otro pero sin finalización y que a mi personalmente me aburre. Puedes jugar con nueve, sin nueve, con una rubia o con una morena, pero lo que no puedes extirpar es la profundidad. Y la profundidad generalmente siempre llega por bandas. Y de la profundidad se sacan las ocasiones de gol, que es la sustancia del fútbol. A parte de tocar y retocar.
A esta España le falta Villa, que era el que rompía por la izquierda dándole la profundidad que necesitaba desde el inicio de los enfrentamientos. Pero es que esta España tiene a un tal Pedro, que en lo poco que Del Bosque le ha dado la oportunidad, ha demostrado suplir con el mismo estilo y casi misma eficiencia (quitando los goles) al asturiano, esa falta de desborde y profundidad por banda, que es fundamental para que el dominio de España sea rentable de cara al gol. Por la otra banda la presencia de Navas también mejora sensiblemente en instinto ofensivo del equipo. Pues ante estas evidencias, nos encontramos carambolas de repetición de errores, combinando planteamientos de “falsos nueve” sin darle a las bandas el necesario desequilibrio posicional, con apariciones de nueves, en dudoso estado de forma, pero sin referenciar profundidad por bandas. Es decir, a Del bosque le es imposible combinar bandas y nueve al mismo tiempo. Habrá que preguntarse el porqué.
Ayer contra Portugal, España realizó unos primeros 90 minutos insulsos. ES un poco el resumen de apostar por jugar primeramente con un nueve pero sin referencia de desborde por bandas, para luego jugar sin nueve, pero dándole paulativamente más potencia y desequilibrio a las bandas con la presencia de Navas y Pedrito. Reconoce por tanto parte del error, pero no es capaz de ver el error entero.
La España de la prórroga se pareció algo a la España de siempre. Y digo algo, porque todo eso es posible si encima le das capacidad de remate a un nueve nato. España puede jugar por ejemplo con Pedro, con Navas y con un tal Fernando Llorente de inicio, que por desgracia en el caso de éste último, no parece ser santo de la devoción del señor Del Bosque. No se trata de decirle a Del Bosque cual es la selección ideal. En realidad esta selección tiene multiples combinaciones muy buenas, porque tiene un plantel de jugadores espectacular. Pero las combinaciones hay que hacerlas sobre planteamientos sensatos, y no sobre obsesiones que no le dan crédito a quien los realiza, por mucho que los de Telecinco le doren la píldora.
La trayectoria de la selección ha tenido numerosos altibajos. Contra Italia la cosa estuvo bastante igualada, salvo en la aprte final donde España si estuvo más inspirada(tras los cambios). Contra Irlnda se hizo un buen partido. Aunque meterle cuatro a Irlanada tampoco es que tenga demasiado mérito. Contra Croacia se sufrió. No se jugo bien e incluso tuvimos el santo de cara con una parada a poco de la bocina de "el santo" salvador. Contra Francia quizás fue el aprtido más convincente. Con un primer tiempo destacable y con un segundo conformista y sin mordiente. Y contra Portugal hemos estado también flojos y con bastante suerte.
Estamos en la final, es verdad. Incluso hasta el penalti de Cesc que pegó en el palo y entró por el otro lado, parece que es la evidencia de que aunque se hagan las cosas medianamente, con trazos apreciables de mala dirección, esta selección está tocada por la suerte. La suerte de los campeones, aquella suerte que nos faltó en otras citas, donde la merecimos también, y que hoy nos sobra.
Pues nada, a hacer historia, que también nos lo merecemos. Este país lo necesita y hay que agarrarse a lo que sea.
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