En un panorama económico, político y social tan desolador como el que vivimos, a un servidor le ha dado por renunciar a escuchar cualquier otra noticia más de esas sobre la prima.
Por tanto, el opio futbolero del pueblo invade mis aficiones durante estos dias. Un opio tan necesario como ciertamente desilusionante.
Decía Schuster que nunca había visto a España jugar tan mal y tan aburrido durante los últimos años. Logicamente se le han tirado a la yugular. Pero yo comparto totalmente esa visión fatalista.
España a mi me aburre. Me aburre ver como no se exprime el potencial de este equipo y como nos conformamos con tener posesión de pelota. Los periodistas orgasmean con los porcentajes de posesión como si eso fuera garantía de superioridad.
Schuster critica al entrenador por empecinarse en la idea de jugar sin nueve y con el doble pivote. Yo me empecino end ecir que tocar, tocar y tocar, sin una profundidad por banda, es como no hacer nada. Falta Villa, que en eso de dar profundidad por la izqueirda es único. Pero teniendo a Navas por la derecha y a un jugador directo como Cazorla, de buen disparo y definición, más un killer como Llorente, presiento que el otro empecinamiento, el de Del Bosque, en apostar sobre una base excesivamente artistica en el rondo, pero poco dada a romper en juego directo, nos ha relegado al bostezo y a que el rival se sepa de memoria el juego de España en 3/4.
España ya no sorprende, porque el actual entrenador se ha quedado anclado en la obsesión perpetua.
Como sigamos haciendo el imbécil, los franceses nos van a pasar por encima y con razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario