martes, 28 de diciembre de 2010

Secuelas

La primera estuvo  bien, la segunda cumplió y la tercera es un bodrio producto de la crisis de ideas que azotan el cine. Estoy hablando de la tercera parte de la saga "Los padres de ella". Cuesta que la comedia americana moderna cause gracia. De vez en cuando alguna rompe el encefalograma plano, y por eso, se la atribuye una especie de pedestal. La primera parte reunió a un Robert De Niro en un justo esplendor que combinaba su talento para la actuación con el personaje controlador y dominante, perfecto para él. Al otro lado estaba Ben Stiller, un tipo que sólo con mirarle a la cara, a uno ya le entran ganas de reirse. No es tampoco un mal actor en lo suyo, rentabilizando su imagen para comedias de ser patoso, con mala suerte e inocente. La combinación y el guión, dejaron una comedia respetable. La segunda incluyó en el reparto a Dustin Hoffman y Brbra Streissan, con lo que la locura de buenas interpretaciones con un guión un pelin menor, aunque más loco que el anterior, consiguió salvar la secuela. Y en esta tercera, cuando los personajes y la historia no daban más de sí, a alguien se le ocurrió completar la cosa con el típico guión simple clásico de la comedia plana y correcta americana. Con muy pocos gags, y encima previsibles, con lo que se cierra la saga de la peor manera posible.

Y es que no siempre para hacer taquilla, vale cualquier cosa. No me extraña que a uno se le quiten las ganas de ir al cine.

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