Por su patrimonio cultural y su carácter filosófico-lúdico.
Es decir, que su historia como enclave determinante para fenicios y romanos y su actual escenario de innovación musical, fiestera y concrección filosofal, la hacen accreedora de tal reconocimiento.
Se hace también especial reconocimiento al habitat único que convierte las playas de Ses Salines y Formentera en paraísos naturales de una belleza única.
Me sumo a tal impresión.
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