Es verdad que la mineria lleva en sedación durante más de 25 años, sin que las ayudas otorgadas durante todo este tipo hayan servido absolutamente para casi nada. Salvo para pagar cuantiosas jubilaciones, la salida y exportación del carbón, los pilares empresariales de las mismas y un ramillete de efectos colaterales como multitud de cursos a cargo de los fondos mineros que basicamente no servían para nada(alguno hice yo).
Esos fondos han sido pesimamente gestionados. En la mayor parte del tiempo por la misma casta política encarnada por el Psoe que a día de hoy nos vuelve a dirigir.
Asturias es una tierra subvencionada. Sobrev ie gracias a las subvenciones. Y jamás han tenido la repajorera idea ni gobernantes ni opositores de exigir algo más ante el declive de la mineria y la atroz competencia de la siderurgia. Ni se han explotado otras fuentes como el turismo, ni tampoco se ha incentivado la iniciativa privada de desbloqueo, ni nada de nada. Asturias ha sido durante estas tres décadas una tierra de chigre, subvenciones y lamentos. Permitiendo toda una casta parasitaria de gobernantes que nos han hundido tanto en eld esarrollo de infraestructuras para atraer inversión, como en el desarrollo compettivo de sectores por explorar como el turismo u otros de mayor riesgo como la extracción petrolífera, que también la tenemos.
Con este panorama, acaba de llegar Rajoy a darle el guillotinazo a los fondos mineros, sin que Asturias se haya reconvertido. Culpa de los gestores, de la nefasta planificación energética, sí, pero no menos cierto que desigual trato con respecto a otras comunidades autónomas también subvencionadas en lo suyo(Andalucía y Extremadura, por ejemplo) y que sin embargo siguen teniendo los mismos mimos.
Lo de Rajoy con Asturias es la inquina del mediocre. Y por tanto, Asturias está sentenciada desde que maricomplejines se sintió agraviado.
Llevan mucha razón los mineros en defender lo suyo. Porque aunque la mineria se mantiene con respiración asistida, el derroche en las subvenciones de otras fuentes energéticas como la eólica, les hacen ser viables en una comparativa razonable. Por tanto, no tiene sentido darle la estocada a un sector del que se subvenciona la cuarta parte de las ayudas que reciben otros planes enérgeticos de implantación costosísima, y de viablidad aún por ver.
Todo mi apoyo a los mineros y a ver si le revientan el culo a Rajoy con un par de kilos de dinamita goma 2 Eco, con o sin dinitrotolueno.
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