viernes, 6 de enero de 2012

Gabino, Gobernador de Arkansas

Gabino se convertirá en el delegado del Gobierno de Asturias. Cargo este que siempre lo he visto más bien como una recompensa que para que descansen las ballenas políticas. Recuerdo a Vigil, a Trevin,al propio De Silva, después de haber pasado por la presidencia regional, y me imagino el cargo como un puestin bien remunerado y una ordenación de asuntos relacionados con la fuerzas de seguridad, e intercesión entre el gobierno regional y el nacional. Asunto este último que me lleva a una reflexión nada positiva sobre lo que de dicha relación puede surgir.

Gabino y Cascos son irreconciliables. Y en eso lo pagamos los asturianos. El deseo político, o mi deseo político para este año, es ver una reconciliación entre estos dos gallos, que juntos y en cooperación, alejados de frentismos obstaculizadores, podrían hacer cosas relevantes para Asturias, si el acomplejado de Madrid lo consiente claro.

Gabino de Lorenzo ha sido un grandísimo alcalde en sus primeros años. Es un dato irrebatible. Yo diría que principalmente en su primera década. Impulsor de la transformación de Oviedo en una ciudad cómoda y elegante, como pocas se han visto, aunque marchitada ligeramente ahora por el paso del tiempo y la inacción de las buenas obras hechas años atrás. Gabino ha sido persona cercana que paseaba por Oviedo y al que cualquier ciudadano podía parar, y establecer impresiones con la camaradería del regidor ovetense. De esos años, de esos grandes años, Gabino cosechó rentas de simpatía por doquier, suficientes como para echarse a dormir y dedicarse a otras cosas. Como por ejemplo asumir el poder del PP regional en la sombra, dejando en los puestos de imagen a las mayores figuras de incompetencia vistas por estos lares, sujetos como Ovidio Sanchez o Rozada, entre otros. La poca fiablidad que daba al electorado las designaciones populares, convertidas en continuas derrotas, convirtieron al PP regional en una casta parasitaria, acomodada en la oposición y satisfecha con que los éxitos se los llevara Gabino en Oviedo. Para el PP Oviedo, con Don Gabino, y para el resto el Psoe, con la inapetencia popular de cualquier signo de resistencia.

Ahora queda la incognita del relevo en la alcaldía de Oviedo. Agustin Iglesias Caunedo será el próximo alcalde. Sujeto este del que desconozco cualidades, salvo las referentes a liarse a insultos con De Mesa y ser un delfin de Gabino carente de dignidad durante tantos años, como buen producto de lo que ha sido el PP regional. Digo esto último, porque Caunedo ha tenido los mismos premios y destierros por parte de Gabino. Cuando alguien se insensibiliza ante eso, al final da miedo políticamente. De Caunedo también se sabe que es el ex marido de Isabel Pérez- Espinosa, con la que tiene un hijo. Otro matiz que me produce cierto reflujo gástrico.

Por cierto, felices reyes a todos.

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