Empiezan generalmente en el centro de una plaza, cuando dos fulanos coinciden en protestar. A esas dos protestas se unen un montón de fulanos que basicamente no tienen nada que hacer pues no hay nada que hacer en esos países. La cosa acaba en un montón de muertos y en el derrocamiento del sátrapa de turno. La cosa se exporta a otros países de iguales condiciones. Otros fulanos siguen el ejemplo de sus hermanos y montán la de Dios... caso de Egipto, Barhein, Libia, Argelia, Marruecos,Tunez, etc... Una gran epidemia de reacciones en cadena que son vistas con perplejidad por la comunidad occidental.
Yo no sé si son buenas o malas estas revoluciones tan del pueblo. Pero a mi me da que en algunos de estos países, mejor será que tengan su "tirano nacional" que los mantengan más o menos controladitos, que dejar libertades a rienda de explotar fundamentalismos de chiies, sunies y la madre que los parió.
Esta gente esta harta de vivir en la puta miseria,mientras sus tiranos despilfarran sin conciencia...mejor que los sujete un dictador a que puedan pensar por si mismos no?...mal camino les ofreces...
ResponderEliminarel problema es que llegue otro que les indique como deben de pensar, que al final es lo que siempre les pasa. Por eso, nunca se sabe si al anterior tirano será siempre mejor que el futuro tirano religioso.
ResponderEliminarTodo lo que vaya a hacer democracias en estos países me parece bien,pero no se que me da, que no va ser asi.
ResponderEliminarEstá claro que nadie quiere ni tiranos ni dictadores ni nada de eso.Aunque el problema es que en estos países el concepto democrático tal y como lo conocemos nosotros ni saben lo que es, ni temo qye lo sabrán nunca, mientras no se les procure otro tipo de educaciones. Son tribus teocráticas demasiado metidas en la educación como para que se liberen de todas esas ataduras, que es lo que les impide moverse en el libre pensamiento y acción.
ResponderEliminarNo tengo muy claro que esta gente que no para de saltar, chillar, como si fueran simios (sin ánimo de ofender) esten preparados para una democracia.
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