Igual que me jodía muchísimo las tropelias e incompetencias del gobierno anterior, el del impresentable Zapatero, suplente ahora de conferencias de chichinabo, también me revienta y mucho como las tornas han cambiado y se enfocan sin piedad en el crédito de los sindicatos. Ahora está de moda cargar contra los sindicatos, aconsejar que se eliminen, y ventolear a todo trapo las bondades de una reforma laboral infumable y penosa que no va a traer ni un puto puesto de trabajo. Que la gente se desengañe, que quien diga que esta reforma laboral va a crear empleo miente y manipula.
Esta reforma laboral está diseñada para mantener empresas a base de modificar las condiciones internas de las empresas y abaratar el despido. Por el medio millón de puestos de trabajo que se destruiran merced a esta reforma durante este año, si la cosa mejora, se crearán un cuarto de los destruidos. Y con unas condiciones de precariedad y temporalidad como nunca se han visto. A eso lo llamarán recuperación del empleo. Cuando no será más que recuperar una mínima parte de los destruídos ahora, en el proceso de "limpieza" que están acometiendo la mayoría de las empresas.
El gobierno esto lo sabe. Vaya que sí lo sabe que en Bruselas nuestros representantes se bajan los pantalones ante los comisarios europeos "off the record" admitiendo la dureza y crudeza de las reformas aplicadas. Otra cosa es lo que cuenten en el parlalmento, en el senado, o en las ruedas de prensa, donde pintan la reforma como necesaria y un paso adelante para la recuperación del empleo. MENTIRA. No hay necesidad de abaratar el despido, ni de facilitar maximizar las movilidades funcionales, ni dar libertad a descolgarse de convenios para bajar sueldos, para crear empleo. Eso más bien lo que trae consigo es que el trabajador tenga que asumir más funciones, incluso con menor salario. Y por el camino quedarán compañeros de función que serán despedidos objetivamente con 20 dias. Y si los que queden no se entregan a esa maximización de funciones, el despido objetivo tendrá una amparo jurídico nunca conocido. Si eso es crear empleo o mejorar la consitencia del mismo, es que definitivamente nos toman por imbéciles. Que nos toman, a la vista de como bajamos la cabeza cuando nos dan con el látigo.
Otra reforma es posible. Se puede flexibilizar internamente la movilidad de las empresas, no hay problema. Si hay que adaptarse a realizar funciones polivalentes o supresión de funciones especificas no hay problema. Pero siempre que no se toque las prestaciones salariales ni la seguridad jurídica a la hora de que el despido no esté justificado.Se puede establecer un marco diferente de contrataciones, cosa que no se ha tocado y que es uno de los grandes problemas del mercado laboral. Simplificar lo contratos eliminando dicriminaciones, que lo que hacen es precisamente apretar o encorsetar el mercado a unas reglas que para nada dinamizan el régimen de contrataciones en función del mejor candidato. Agilizar crédito y trámites burocráticos para la creación de empresas y funcionamiento de las mismas. Bajar temporalmente las cuotas del régimen para autónomos. Todo esto y más, son medidas para dinamizar sin falta de tocar los derechos laborales fundamentales del trabajador.
Se escuda el gobierno en que que las directrices las ordena Europa. Europa, o los que mandan en Europa, ya plantean dudas razonables sobre si tanto ajuste de déficit y tantas reformas adyacentes, conseguirán reactivar economias. Cuanto más ajuste exista, más contracción, mayores serán las dificultades para reactivar la economía y caminar hacia la recuperación. Eso también es impepinable.
La huelga general ha sido un fracaso sí. Un fracaso de la leche que algunos medios reciben con alegría, con exaltación... como una victoria contra el maquiavélico ejercicio sindical. El fracaso sindical bien merecido por tantos años de connivencia con el gobierno de ZP.Ah! y por representar a la izqueirda, y ser el latigo del interés empresarial. Que se jodan!!... gritan los engominados. El empresario es Dios, sí, es quien crea empleo, por supuesto. Pero que no se confuda eso, con tirar a la basura lo conseguido en derechos laborales en un país que no se caracteriza precisamente por ser un referente de contratación empresarial. Exceptuando gente con amplitud de miras como el dueño de Mercadona, que contrata y contrata y da a los trabajadores un respeto casi familiar, la mayoría de empresarios especulan para sí el dinamismo laboral europeo que reclaman para administrar sus negocios.
Hablaba del nefasto Gobierno de ZP, que todo sea de paso, recibió una huelga general cuando le dió por tocar a modo de reforma laboral, ciertos derechos laborales en 2010. Es verdad que los sindicatos fueron conniventes, repartiendo culpas por aquel entonces. Pero aquello es pasado, y eso no elimina la culpabilidad de los que ahora gobiernan y fusilan los derechos de los trabajadores planteando un escenario laboral cercano al sigle XIX.
La gente no hará huelga, respetable. Pero entonces luego que no se lamenten. Si aceptan ser defecados y meados en sus derechos, aceptarán ser empalados también. Es lo que tiene dejarse llevar por la manipulación, venga del signo que venga. Cuandos sean empalados entonces sí, entonces recurirán a los sindicatos.
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