viernes, 16 de septiembre de 2011

Un viaje por el corazón más abertzale

Me dió por meterme durante unos dias en el corazón de la Euskadi más abertzale. Me fui de casa rural con la parienta por la zona de Guipuzcoa, concretamente a un pueblo llamado Aizarnazabal, cerca de Zarautz, Getaria y Zumaia.

La zona paisajisticamente es muy recomendable. Buenas playas, buenos restaurantes, buen ambiente y una cortesia extraordinaria. Empezando por la dueña de la casa que en todo momento se mostró muy amable, disponible para todo y facilitándonos toda la información para realizar rutas. Ibamos un poco a la aventura, asi que entre la señora y las buenas recomendaciones del amigo Dr Dolor pues la cosa resultó muy fácil .

Evidentemente esta gente vive en su mundo. Conozco bastante bien Vizcaya y Alava, pero nunca me había dado por meterme en la zona más radical, salvo en cierta ocasión que por una aventura televisiva hicimos una visita relámpago por la zona.

Aizarnazabal es un pueblo abertzale por excelencia. Su alcalde es de Bildu y la presencia de los simbolos de exaltación nacionalista y de acercamiento de presos vascos es una constante por cada balcon de cada casa e incluso presencia bordada en las laderas de los montes de la zona.

Uno tiene la sensación de que entra en territotio hóstil donde ser de otra parte de ESpaña te puede suponer un problema, pero la realidad es que pasear por las calles del pueblo con un coche con la pegatina de Asturias bien marcada atrás no supuso mayor problema ni tampoco ningún revés para que la gente se mostrara muy amable. Y eso hay que reconocerlo.

Incluso hubo detalles que me gustaron, como hablar en castellano en tu presencia, cuando entre ellos hablaban previamente en euskera. Eso no lo encontré en Cataluña, por ejemplo. Bastante más maleducados.

La costa de la zona es parecida a la asturiana, aunque como pasa en cantabria, se marcan las diferencias en cómo saben vender el turismo de la zona.Y como carecemos de medios y de ideas en Asturias. Y eso se ve en la cantidad de extranjeros, ingleses, alemanes y franceses principalmente, que andan por toda la zona. Lo de los franceses tiene sentido, pero el turismo inglés y alemán me llama bastante la atención. Incluso me encontré en Zarautz y San Sebastian con grupos de japoneses con sus correspondientes cámaras.

Evidentemente se nota que la explotación de la condicion nacionalista e incluso de la violencia, les ha proporcionado un status de desarrollo superior.

El Txakoli fue mi gran descubrimiento gastronómico. No soy yo muy dado a vinos de tipo "blanco",por eso nunca me había dado pro probarlo, pero reconozco que este vino me ha conquistado. Entra muy bien y eso tiene un peligro de la leche, porque en cuanto te descuidas, tienes una cocida encima de la hostia. Buena comida, reencuentro con el restaurante de Arguiñano, y una buena colección de postales y sensaciones positivas sobre la zona.

Me sorprendió también el aeropuerto de Hondarribia, limitrofe con Francia, y que tiene un aueropuerto que cubre comercialmente las necesidades aéreas de San Sebastián y la zona. Es curioso que una región más pequeña que Asturias en tamaño, disponga de al menos dos aeropuertos de caracter internacional. Tenían tres, pero el de Vitoria ya no gestiona vuelos de pasajeros. A lo grande, vamos.

Tienen la pega del conflicto político. Es dificil convencerles de nada, cuando desde pequeños se les marca con consignas nacionalistas. Niños de tres o cuatro años que hablan en euskera con sus padres, y que seguramente aprendan malamente a hablar en español en el mejor de los casos. Ese futuro tan desmarcado será dificil de reconducir.

Una pena porque son gente muy maja por lo general. Y el País Vasco es una tierra en la que te encuentras muy agusto y muy recomendable.

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