viernes, 30 de septiembre de 2011

El lío del Niemeyer

Por partes. La historia empezó cuando el´actual gobierno del principado, en la voz de Cascos, acusó de graves irregularidades en la gestión de la fundación y patronato del Niemeyer. Se les instó a presentar las facturas del último ejercicio(cosa que han hecho) y la gestión económica de la fundación durante cuatro años(cosa que no han hecho, ya que entienden que dichas cuentas figuran en la fundación y el acceso está localizado). Este último aspecto levanta pues sospechas del chiringuito en el que se ha convertido el Niemeyer. Pero quizás lo más sospechoso del asunto es lo relacionado con la reforma de los estatutos del Centro, una reforma de Estatutos por la que la Fundación concedió la presidencia al empresario Manolo Díaz, nombrando patrono de honor vitalicio al ahora ex presidente autonómico Vicente Álvarez Areces, más el reparto de vocalías, en la que se redujo la participación pública en el patronato.

Este aspecto seguramente es del desconocimiento de la sociedad avilesina.

Cascos por lo tanto ha visto en el Niemeyer un cúmulo de despilfarros evidentes y un chiringuito de importantes dimensiones. Y por tanto ha decidido sacar la guadaña para cortar de raiz. Un acción esta que independientemente de que tenga un fondo coherente, que lo tiene, tendrá sin embargo un coste político arriesgado. Los avilesinos se identifican con el Niemeyer más que nada porque han sido, desde el decaimiento de la siderurgia, la ciudad en mayor declive del Principado. Han visto ellos por lo tanto en el Niemeyer, un filón cultural que realzara el valor de la ciudad. Aunque seguramente desconocerán que el Niemeyer nació tocado de muerte pues es dificil que una región como Asturias alcance una valía programatica cultural de orden natural lo suficientemente consistente para mantener el centro por si solo, sin falta de estar hipitecando los presupuestos regionales con partidas continuas y excepcionales.

El Niemeyer nació como ilusión para Avilés pero también nació siendo un pufo a cargo del gobierno regional y con estatutos honorificos más propios de los cesares de la Roma, que de una institución solvente, libre y con futuro.

1 comentario:

  1. Cuanto más cultura mejor,faltaría más.Pero chiringuitos para fartarse los mismos de siempre, no.Es curioso lo de este Areces, haciendo obras faraónicas por todas partes y luego deja los monumentos históricos de la región cayéndose a trozos.Los beneficios para la ciudad de Avilés están ahí eso no se le puede negar,pero las cuentas claritas.

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