lunes, 13 de junio de 2011

Regeneraciones ,emociones y Rodrigo Rato

La llegada de Cascos ha sido un tsunami para el panorama político asturiano. No se recuerda otra cosa igual.

De este tsunami queda como principal damnificado el Partido Popular. A un paso del cisma y a dos pasos de una desaparación de la representatividad política asturiana.

Eso lo han conseguido a base de ningunear la voluntad de rebeldía de los asturianos. A base de despreciar las ganas de cambio y progreso. Los asturianos han visto en poco más de cuatro meses en Cascos, una esperanza de cambio. Si Cascos hubiera tenido tres meses más de tiempo para organizar y estructurar su partido, sin temor a equivocarme, hubiera arrasado en las elecciones.

Si yo fuera Mariano Rajoy haría lo siguiente: mañana mismo llamaría por teléfono a Rodrigo Rato. Lo sacaría de Cajamadrid y lo pondría al frente del Partido Popular de Asturias. Rato se ofreció hace dos años a encabezar el partido regional. Y como ocurrió con Cascos, Rajoy dejó pasar también la oferta.

Es evidente que Rajoy es imbécil. Un auténtico zoquete incompetente e incapaz, orgulloso y acomplejado, que seguramente ganará las elecciones generales dentro de un año porque enfrente tiene un partido socialista saqueado por la imbecilidad mayúscula de otro payaso llamado Zapatero. El panorama bipartidista nacional es ciertamente desalentador.

Total que en Asturias el PP agoniza y no hay ideas para sacarlo de la UVI. Ni siquiera hay la valentía para exigir la inmediata dimisión de Ovidio Sánchez y Espinosa como auténticos exponentes de fracaso.

Cascos sin embargo vuela. Desde el PP jugaron a lanzarle un órdago, con ultimatums y exigencias sobre pactos globales desde premisas locales en Oviedo. Jugaron a ser dioses siendo la tercera fuerza política. Jugaron a ser dioses cuando Cascos no acostumbra ni a casarse con Dios. Y éste, se ha pasado por el forro de los santísimos huevos las exigencias de Rajoy y de Ovidio. No solo eso. Acaba de conseguir desquiciar incluso hasta a las que eran sus enemigos políticos en Gijón, que por coherencia, miedo, desgaste, o vayan ustedes a saber el qué, le han dado la espalda a las propias directrices de su partido apoyando a la candidata de Foro por Gijón, la prometedora Carmen Moriyón. Pilar Pardo puso la estocada final.

Gijón, después de 32 años gobernada por el Psoe, ha caído en manos de Foro Asturias. Y Cascos, emocionado, llorando, se abrazó a la cirujana de Cabueñes reconociéndose las ganas de todo este tiempo.

Veremos que pasa dentro de unos días en la investidura.

5 comentarios:

  1. mandarinamecánica13 de junio de 2011, 10:19

    Pues lo de Rato no lo sabía, se le ve algo apartado del partido. Ese sí sabe de economía igual que Pizarro. La gente válida relegada en segundo plano. Gran error cometido por los socialistas y que parece repetir Marianito el corto. Espero que Cascos le saque hasta los hígados. Ya esta bien de no pintar nada con respecto a otras comunidades.

    ResponderEliminar
  2. enhorabuena observer tus reflexiones son muy buenas.

    ResponderEliminar
  3. Buenos dias, ¿Cascos marginará también a Oviedo como hizo Areces?.

    ResponderEliminar
  4. A mi,observer me tiene loco...

    ResponderEliminar
  5. Cascos consiguió 60.000 votos en Oviedo. Crees que será tan idiota de marginar a una ciudad que le dió una tercera parte de los votos totales?

    Que la relación con Gabino no va a ser fluída eso seguro. Ahora bien, no es tonto y sabe que el éxito de Foro, pasa también por Oviedo.

    Además Cascos ha sido el primero en querer eliminar los localismos de Asturias. El primero en decirlo y por tanto el primero dispuesto a trabajar por ello. De todas formas, yo esperaría a la investidura para saber si será o no presidente.

    Yo no lo tengo claro todavía.

    ResponderEliminar