El alcalde de Pola de Lena, de IU, alababa hace unos dias, en contra de las directrices programáticas de su partido, los gestos de Cascos en busca de un gobierno de concentración para Asturias. Ya dije que eso que intentaba Cascos, con una clase política interesada como la que padecemos, era una utopía.
El gesto de Cascos buscando apoyos de todas las fuerzas políticas para establecer un gobierno de concetración, en el que participaran todos, como es evidente fue rechazado. Rechazado por el Psoe, por la dirección de IU y por el propio PP. Argumentaban en el rechazo de la propuesta que la izquierda tiene que ir con la izquierda y la derecha con la derecha. No pueden trabajar juntos porque eso va en contra de la siglas, los ideales y los chanchullos.
El caso es que la salida que le quedaba a Cascos era arrejuntarse con quienes le masacraron a insultoos y se rieron de su proyecto. Esperaban Ovidio y Espinosa la condescendencia de Cascos pensando que su inminente posibilidad de gobierno, como fuerza más votada, les iba a permitir a ellos, remoras mediocres del bipartidismo, pillar poder. Y de paso, salir beneficiosos o airosos del trabajo y éxito del exministro.
Se apresuraron a seguir las lineas de un pacto con Foro incluso con exigencias y ultimatums. Como si ellos fueran el partido grande y Cascos, un señor de su misma calaña, del que chuparle hasta las patas.
El caso es que Cascos no se casa ni con Dios. Esta es la frase más repetida por un servidor, y que creo mejor le define. Y como no se casa ni con Dios, es capaz de sacrificar sus opciones de formar gobierno estable y de incluso ser presidente autonómico, por el simple hecho de seguir sus criterios y su honestidad política.
Algunos no lo verán así. Es respetable. Pero otros, como un servidor,o como el alcalde de IU en Lena o como el presidente de Caja Rural, vemos en Francisco Álvarez Cascos, la persona necesaria e imprescindible para que la imagen de los políticos conserve la esencia del trabajador al servicio del pueblo. Y no al servicio del partido político de turno.
Ayer Espinosa decía que era una oportunidad perdida para el centro-derecha no llegar a acuerdos globales. Oportunidad perdida por no apoyar incondicionalmente un convenio de dudosa legalidad en el ayuntamiento de Oviedo y que condiciona toda la gobernablidad de Asturias. Lo global para el PP, parte de una premisa local. Y la Espinosa se apresuró a llamar traidor a Cascos por ello. "Traición a los asturianos", decía.
Es posible que esas palabras, esos insultos, de esta chica que debe de tener algún problema psicológico, le pasen factura definitivamente al Partido Popular.
La gente está cansada. Cascos lo sabe, pero me da que Ovidio y Espinosa no lo saben.
Dan asco estos politicos,aqui en Navarra los del ppsoe estan renunciando a la proteccion para quedar bien de cara a la opinion pública,cuando la realidad es que renuncian porque les retiran el vehiculo oficial por falta de presupuesto y claro,sin taxi ya no les interesa...gentuza,este pais no es serio...
ResponderEliminarPermitir la entrada de Bildu en los ayuntamientos de Navarra y el Pais Vasco, les permite estar más tranquilos que nunca. Nunca ETA ha manejado tanto dinero público. Y por tanto, entienden que la protección ya es un mal menor para quienes han permitido que esto ocurra.
ResponderEliminarEs lamentable ciertamente.