lunes, 17 de octubre de 2011

Bailando en las cloacas

Te levantas un día con una de esas noticias que revuelven las tripas y que te dejan de mala leche para el resto del día. Te envuelves quizás en la rabia, en la rabia contenida, en la impotencia de no poder darle un abrazo a Irene Villa o al padre obrero de aquel chaval ajusticiado en un árbol llamado Miguel Angel Blanco. Te preguntas como es posible que un ex ministro irlandés, un ex secretario de la ONU como es el Koffi Annan antepongan su caché por encima del conocimiento y la realidad de lo que ha supuesto tantos años de terror de ETA.

Siempre defenderé las ideas de cada uno. Cualquier idea siempre y cuando no entre o acabe suponiendo atacar la libertad elemental del individuo. A mi no me molesta que los vascos no se sientan españoles ni tampoco me molesta que quieran la independencia. Es más, me la pela. Sí me importa que para hacer fuerte esa idea, se haya construido un mundo de totalitarismo, de discriminación y de persecución contra otros semejantes pero con ideas diferentes.

Lo que me molesta es que se haya dado instancia de legitimidad política al asesinato cobarde del obrero, del inocente, de la gente a la que Euskal Herria les importaba una puta mierda como a mi. Por eso, ver sentar el culo al Koffi Annan previo pago en una conferencia política donde se legitima la negociación de un Estado con una banda de asesinos, lo que me hace es apreciar que a estas gentes que se autodefinen mediadores no les importa el pueblo, ni su historia, ni se interesan por la justicia, ni la sensibilidad ni muchos menos la razón y la objetividad de la razón más poderosa y democrática que es la libertad de pensamiento y el respeto hacia los demás. Son mercenarios pues a sueldo de las causas que les comentan a golpe de talonario. Y en ese sueldo llevan la desvergüenza de darle alas a esta panda de asesinos, que desgraciadamente se ven triunfadores por la repercusión internacional de su puto conflicto, que no deja de ser un conflicto de aldeanos, de mentes obtusas que sin embargo no han retirado el brazo cuando del estado del que reniegan se les ha dado dinero. Por eso su honorabilidad de mercaderes queda en la más asquerosa cloaca de la decencia. Eso sí, administran los dineros de cientos de ayuntamientos por obra y gracia del tarado de Zapatero. Administran el dinero que se les da bajo unos privilegios de un concierto autonómico obtenido a base de infundir miedo y de hacer ruido tiroteando nucas de inocentes.

Esto no es justicia. Este país es asqueroso. Y por eso solo puedo decirle a Irene Villa, a la que no tengo el gusto de conocer, pero sí de respetar y que se quedó sin piernas para el resto de su vida un día cuando su madre la llevaba al colegio, que lo siento de verás. Que tanto ella como su madre han sido humilladas y derrotadas. Que la justicia se la han pasado por el forro de los cojones el Koffi Annan y toda esta camarilla de vividores e hijos de la gran puta. Han llegado en sus coches oficiales. Han repartido consejos sobre lo interesante de negociar. Lo que el Estado español y francés deben hacer con ETA para convencerla de que deje de cortar piernas de inocentes. Una conferencia de paz concertada con individuos que no presentan arrepentimiento alguno pues las piernas de Irene Villa o la nuca de Miguel ángel Blanco fueron los daños colaterales de su alucinación. A estos individuos se les ha legitimado hoy. ETA sonríe más que nunca. Se siente ganadora y es posible que eso le lleve a su disolución. Controla poder político, poder económico y se siente respaldada por mediadores internacionales que no tienen ni puta idea y que ciertamente me dan asco.

Lo siento por esas 900 personas y por los familiares. Han perdido.

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